A partir del día de hoy, jueves 30 de mayo, se tendrá en Primer Encuentro Taller que Agrofrance International SAS realiza en el país, con motivo del relanzamiento del proyecto de siembras del Girasol Oleico a gran escala y en particular para Boyacá como proveedor y sustituto de forraje para el ganado lechero y de carne. Cerca de 40 agricultores, ganaderos, técnicos, profesionales y delegados de instituciones del sector agroambiental se reunirán para intercambiar experiencias, analizar líneas de investigación que incursiones en las necesidades más sentidas del sector con incidencia en favor de la economía familiar, en el desarrollo de las nuevas políticas agrropecuarias (agricultura por contrato, misión verde, ganadería sostenible - baja en carbono, agrobiodiversidad, protección y fomento de los apiarios, sustitución de los cultivos contaminantes, mejoramiento de la estructura del suelo y de la calidad del agua). En fin, es un sector necesitado de diálogo, conocimiento, información, transferencia tecnológica, innovación.... a todo esto le apunta el encuentro de amantes del girasol.
Según las metas de la Gobernación y algunas iniciativas de orden privado, ‘atraer’ a los cultivadores de coca y promover la sustitución de cultivos de uso ilícito tiene una ambición mayor que la de sacar una planta de los suelos del Catatumbo: erradicar la pobreza.
Tanto la comunidad internacional, como el Gobierno Nacional y los mandatarios locales están decididos a fortalecer la paz y dar cumplimiento al punto 4 del acuerdo, con el que se busca encontrar una solución definitiva al problema de los cultivos de uso ilícito.
Si bien la oferta de alternativas rentables, autosostenibles y legales, está sujeta a modificaciones y ampliaciones dependiendo de las calidades del suelo, las decisiones de los campesinos, entre otros aspectos, en el Catatumbo hay iniciativas en marcha y otras ejecutadas que prometen ser exitosas.
Cultivo de girasol oleico
Aunque en Colombia no se cultiva girasol oleico sino ornamental, según François Vela, representante de Agrofrance International, hay condiciones para dar inicio a una buena oportunidad de negocio en Tibú y la zona rural de Cúcuta, donde ya se presentó la propuesta.
Esta planta puede crecer hasta dos metros de altura, es resistente tanto a sequías como a lluvias, y sus raíces alcanzan los dos metros de profundidad, lo que le permite soportar fuertes vientos.
Actualmente, se tiene la experiencia de siembra desde el nivel del mar, hasta los 3 mil metros de altura.
Los resultados se empiezan a ver a los 45 días de la siembra de semillas.
El proyecto cubre dos fases: la primera, para hacer silo de girasol, y la segunda, para extraer aceite del grano de la planta.
El silo de girasol contiene 4 veces más proteína que el de maíz y produce en volumen tres veces más por hectárea.
Mil plantas de girasol oleico rinden para tres toneladas de silo.
Un elemento innovador y que genera valor agregado a los cultivos de girasol es la implementación de abejas.
Por cada hectárea de girasol que se siembra se instalan hasta 4 panales de miel de abeja.
Su producción, al amparo de los girasoles, mejora las propiedades de la miel, con mejores precios que refuerzan el negocio.
Una alianza estratégica entre la Universidad de Córdoba y una empresa francesa tiene como objetivo sustituir cultivos ilícitos por girasoles, en aras de recuperar zonas productivas en el departamento.
Así quedó establecido en un convenio firmado por el presidente de la compañía Agrofrance Internacional, François Vela, y el rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Torres Oviedo, en el que se pretende postarle a la siembra y transformación de la materia prima del girasol en esta región del país.
De acuerdo con lo expresado por François Vela “Esta es una oportunidad que permite cultivar girasol de forma autosostenible y sustentable, a través de cooperativas y asociaciones que ya estén conformadas para que los mismos campesinos se conviertan en socios y se pueda garantizar la comercialización en mercados nacionales, tomando como referencia el precio internacional del producto”.
A la reunión asistieron directivos de la empresa francesa, el rector de Unicórdoba y los decanos de las facultades de Ciencias Agrícolas y de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Montería. El presidente de la compañía Agrofrance Internacional (empresa francesa), François Vela y el rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Torres Oviedo, sellaron una alianza estratégica para trabajar en la sustitución de cultivos ilícitos y recuperar zonas productivas en el departamento de Córdoba, a través de la siembra y transformación de la materia prima del girasol en esta región del país.
De acuerdo con lo expresado por François Vela, “esta es una oportunidad que permite cultivar girasol de forma autosostenible y sustentable, a través de cooperativas y asociaciones que ya estén conformadas para que los mismos campesinos se conviertan en socios y se pueda garantizar la comercialización en mercados nacionales, tomando como referencia el precio internacional del producto”.
En la Provincia de Pamplona se comenzó a promover el cultivo de girasol, visto como una alternativa alimentaria y de sostenimiento para las comunidades pobres, desplazados, víctimas de la guerra y productores agrícolas.
La presentación del proyecto se hizo en la Alcaldía con representantes de entidades agrícolas, asociaciones y funcionarios públicos de los municipios de la Provincia.
El representante de la empresa Agrofrance International, Francois Vela, dijo que la iniciativa la están promoviendo y ofreciendo al campesinado, mediante “un proyecto agroindustrial que les permitirá mejorar sus condiciones de vida”.
La propuesta, según el francés, consiste en la siembra del girasol oleico con doble propósito, pues sirve para la producción de aceite o para la alimentación de animales.
Para Vela, este tipo de planta es de fácil cultivo y tiene un ciclo corto para cosecharlo. En cuanto a la cantidad que puede sembrar un agricultor, el especialista aseguró que puede empezar con media o una hectárea de tierra.
Al hacer una comparación puntualizó que produce cuatro veces más que una hectárea de maíz y con el doble del contenido proteínico que beneficia a los animales domésticos.